Servicio de Incineración

El servicio de Incineración consiste en convertir los restos mortales en cenizas, este procedimiento es mucho menos costoso que el servicio de entierro en el cementerio. Ya que los precios de los entierros se han ido disparando cada año que ha ido pasando, debido a la falta de espacio en los cementerios.

Esta alternativa consiste en quemar el cuerpo del muerto en un horno conocido como crematorio, que utiliza diferentes mecanismos para alcanzar una temperatura muy alta así como una presión y una vaporización alta también. Con este proceso conseguimos que los restos se desintegren hasta que se convierten en cenizas.

Las ventajas de este servicio son varias:

  • Este proceso es uno bastante rápido y no es para nada costoso comparado con el entierro en el cementerio. Es una solución muy asequible para los que quieren darle el último adiós al cuerpo del muerto.
  • Este proceso respeta por completo al medio ambiente, por lo tanto, contratando este servicio no causarás daños a la naturaleza.
  • Las cenizas que se obtienen tras el proceso de cremación se depositan en una urna, la cual es muchísimo más pequeña que un ataúd. Con este método se consigue ahorrar una gran cantidad de espacio en los cementerios locales, ya que depositar los restos incinerados del difunto ocupa mucho menos espacio en el cementerio.
  • Si no deseas depositar la ceniza obtenida en el cementerio, podrás llevártela a tu casa, repartirla entre los familiares, esparcirlas en algún sitio especial que te recuerde al difunto o utilizarlas como abono para plantar una planta con la cual te acordarás del difunto.

SERVICIO DE TRASLADO DE RESTOS

Cuando se produce el fallecimiento de una persona querida, el servicio de traslado de restos a un lugar diferente del lugar del accidente es uno de los más demandados por los familiares, ya que en la mayoría de casos quieren llevar a cabo el servicio de entierro en la ciudad del ser querido. Aunque este sea uno de los servicios más demandados no es que sea uno fácil de llevar a cabo, ya que para solicitarlo se deben cumplir con los requisitos establecidos en el Decreto 2263/1974.

El traslado de restos solo puede llevarse a cabo de una forma en el territorio español, este servicio no puede llevarlo acabo un vehículo no homologado para el traslado de cadáveres. Por lo tanto, solamente los coches fúnebres de las funerarias (tanatorios) podrás llevar a cabo este servicio y nosotros lo tenemos disponible. Con esto se garantiza que el cuerpo del difunto llegará al lugar deseado por los familiares en las mejores condiciones sanitarias.

El anterior decreto mencionado hace hincapié a dos situaciones diferentes de traslado de un cuerpo fallecido, estas dos situaciones dependen de la distancia a recorrer y el lugar de origen y el de destino.

Cuando se trata del traslado de un cadáver dentro de la misma comunidad autónoma no es un gran problema, ya que solo es necesario el certificado de defunción para poder llevar al difunto a la ubicación deseada por los familiares. De todas formas, hay que esperar al menos un día completo para poder enterrar los restos.

En cuanto al traslado de restos entre dos comunidades autónomas se necesita dos certificados, uno para presentarlo al Registro Civil y otro para presentarlo al organismo de sanidad de la comunidad autónoma de origen para autorizar la salida del cadáver. Por último, no podemos olvidarnos de la existencia de un contrato firmado por ambas partes donde se especifica claramente el destino y el estado del cuerpo fallecido.

Tanto en el primer caso como en el segundo, nosotros, la funeraria nos encargamos de todo, incluso de la autorización expresa que debemos acreditar. Esta autorización sirve para justificar que el cadáver cumple con los requisitos para realizar el traslado.

Por el otro lado, para trasladar las cenizas de un fallecido no existen normas o reglas. Estas se pueden llevar en cualquier medio de transporte, almacenadas en un recipiente preparado para ello y siempre con la documentación a mano, se necesita sobre todo el certificado de defunción.

Servicios de inhumación

La inhumación conocida también como entierro, es la disposición del cuerpo del difunto dentro de la tierra. Este servicio se lleva a cabo en camposantos, panteones, mausoleos, criptas, nichos y obviamente en cementerios. La costumbre de la inhumación o entierro se lleva practicando muchos de años atrás y su origen se encuentra en la edad media.

La religión católica (la que predomina en la península ibérica) reconoce cuales son los terrenos santificados para llevar a cabo el servicio de inhumación, servicio que solo puede llevarse a cabo en estos terrenos, ya que son reconocidos como “lugar de descanso eterno”.

No es la iglesia católica la única que reconoce a los cementerios, criptas o nichos como únicos espacios permitidos para el entierro, ya que las religiones monoteístas como la musulmana o judía también lo hacen.

Los sacerdotes, pastores, imanes o rabinos dan carta abierta a los cementerios para llevar a cabo el servicio de inhumación, incluso ofrecen su bendición para dicho acto. Aunque esta forma es la más tradicional, la más religiosa y la más conocida culturalmente, se ha reducido mucho su práctica en los últimos años debido al poco espacio en los cementerios y su alto coste.

El mantenimiento de las tierras sagradas, los ornamentos y demás acciones suponen un gran gasto para muchas familias y esto es lo que hace que muchas de ellas descarten este servicio como último adiós al cuerpo difunto.

Entre las ventajas de la contratación del servicio de inhumación encontramos las siguientes:

  • El servicio de entierro es aceptado por completo por la iglesia católica, esto es siempre así cuando los restos se conserven en un lugar donde los fieles puedan ir para rezar por el alma del fallecido.
  • Además de ser un sistema aceptado por la religión católica, también es aceptado por la religión musulmana y judía, siempre y cuando se lleve a cabo el rito según su cultura relogiosa.
  • Dentro del ataúd el cuerpo del difunto tarda entre 20 y 50 años en descomponerse por completo.
  • En España este servicio se lleva a cambio en los cementerios locales.
  • De los cuerpos inhumados se puede extraer ADN.

Servicios judiciales

El servicio judicial interviene cuando la causa de una defunción es desconocida, en esta situación el médico no tiene una clara respuesta ante el suceso y no puede certificar el fallecimiento, en este caso la defunción se convierte en una judicial.

Como no se puede acreditar el fallecimiento de la persona es imposible inscribirla en el Registro Civil, por lo tanto, ante estas situaciones hay que seguir unos pasos específicos que vienen establecidos por la propia orden judicial del país del residente.

Entre los casos de fallecimientos legales podemos encontrar los accidentes, las muertes súbitas o las acciones criminales. En dichas situaciones el juzgado se hace cargo de la situación siguiendo una serie de pautas. Lo primero que hacen es ordenar el traslado del difunto al Instituto Anatómico Forense asignado para esa comunidad autónoma. En este instituto se lleva a cabo una autopsia para determinar con exactitud el motivo de defunción del fallecido.

Gracias a la autopsia conoceremos exactamente las causas de la defunción y dependiendo de los resultados el proceso podrá seguir siendo uno judicial o se permitirá a los familiares del difunto llevar a cabo un servicio habitual de entierro.

 

Si la familia desea incinerar el cuerpo del fallecido, se necesitará la aprobación del juzgado que tiene el derecho de conceder la aprobación o denegarla. Esto no depende de los familiares ya que la última palabra la tiene el juzgado en estas situaciones.

SERVICIO DE REPATRIACIÓN A TODOS LOS PAÍSES

Conocemos la importancia que tienen este tipo de servicios para las familias, este servicio es una oportunidad más para demostrar el amor por el difunto, gracias al servicio de repatriación a todos los países se podrá crear un servicio personalizado para la familia del difunto en el país de origen del mismo.

Este servicio incluye las siguientes características:

  • Administración del caso funerario.
  • Rastreo de los trámites administrativos con las autoridades locales.
  • La elaboración y traducción de todos los certificados entre ellos el de defunción.
  • Se prepara el cuerpo del difunto para llevar a cabo la repatriación internacional (incluye embalsamiento por patólogos).
  • Se llevan a cabo las acciones necesarias para mantener la cultura religiosa de la familia.
  • Se lleva a cabo una buena comunicación y coordinación con el colaborador para el seguimiento de los documentos, los procedimientos a llevar a cabo y el momento de la repatriación
  • Organización de vuelos y organización de trasporte para llegar a los aeropuertos. Esta característica incluye a los familiares o amigos que viajan con el difunto.

Contamos con una enorme red de socios en muchos lugares del mundo, en los cuales podemos realizar la repatriación del difunto. Hemos conseguido muchas relaciones exteriores con diferentes agencias funerarias, aerolíneas, tanatorios locales y autoridades que nos facilitarán el trabajo en cualquier país. Gracias a todo esto podemos ofrecer uno de los mejores servicios de repatriación del difunto a un precio económico pero de la mayor calidad.

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